EL PROYECTO

Los dueños de este ático con dos terrazas cuando buscaban una casa para pasar sus vacaciones en el norte y querían que fuera algo especial… un lugar para descansar y desconectar, un espacio único en el que pasar jornadas entre amigos y con la idea de convertirse en un refugio, un rincón lleno de belleza para soñar.
La propuesta que definimos en el estudio plantea una serie de jardineras lineales realizadas en madera de ipe e integradas en los límites de las terrazas, que con sus diferentes alturas integran elementos como la chimenea, las barandillas y las cubiertas para dar continuidad visual al espacio. Unos miradores invitan a asomarse y contemplar el bosque.